Descripción
Los fenómenos educativos actuales son de tal complejidad y magnitud, que ya no es posible abordarlos a partir de certezas. En efecto, las grandes narraciones con pretensiones de universalidad, heredadas del siglo XIX y de las primeras décadas del XX, son ya insuficientes para explicar las múltiples y variadas relaciones y tensiones que se juegan en el campo de la distribución de las competencias simbólicas, esto es, en el espacio social-educativo. Tanto en el ámbito de las ciencias que asumen a la educación como objeto de interés analítico como en la vida cotidiana y, sobre todo, en el siempre cenagoso campo de la política, lo que hoy prevalece es la incertidumbre.