Descripción
Las primeras migraciones francesas contemporáneas a México ocurrieron a principios del siglo XIX. Se nutrieron de personas de diferentes poblaciones, si bien se reconocen dos grupos importantes: “el primero principalmente integrado por oriundos del suroeste de Francia, de pueblos y ciudades de los Pirineos, quienes llegaron sin aparentes –o escasos– eslabonamientos; el segundo, proveniente del este y sobre todo de Borgoña, en oleadas comandadas por uno o varios colonizadores autorizados por el gobierno mexicano.”
Sin embargo, a lo largo de todo el siglo XIX se sucedieron otros movimientos migratorios de franceses cuyas causas de salida son difíciles de determinar, y que llevaron a decenas de individuos a cursar la aventura trasatlántica “de las Américas”. Las localidades de origen de estos emigrantes fueron muy diversas: venían de las regiones de Borgoña, el Franco-Condado, Provenza-Los Alpes, del Ródano y la región de los Pirineos que cubre, entre otras más, a la Occitania y la Aquitania. Así lo muestran al menos los personajes estudiados en este libro, mediante de los cuales se observa que tanto en intenciones y costumbres como en formación y cultura, los migrantes eran de muy variado tipo.
Este libro se compone de un mosaico de vidas y trayectorias que rebasan la idea dominante de unos inmigrantes franceses sólo dedicados a los grandes y exitosos negocios en nuestro país y principalmente al de telas y de vestuario. Hubo casos, como leeremos en estas páginas, de fracasos y bancarrotas, de individuos que permanecieron formando familia en esta tierra de adopción y otros que volvieron a su patria con mayor o menor fortuna. Se ofrecen también ejemplos de franceses que cultivaron oficios y profesiones de diversa índole, en las que no todo fue búsqueda de riqueza y posición social, sino también el servicio profesional, cultural y diplomático a sus comunidades y entorno.