Descripción
Decía Olivero Girondo que “la poesía siempre es lo otro, aquello que todos ignoran hasta que lo descubre un verdadero poeta”. Los poemas aquí reunidos logran descubrir, en la trama que forman los sucesos y los seres que pueblan nuestro ancestral vacío, el pulso de un verbo en acción, de un recogido que inicia paradigmáticamente con la descripción del oficio del escriba: “La pluma esbelta / hija de su pozo / Devoran al día / sus desdobles / Mente cabalgando / en la nonada”.
Castellanos, en este otro libro póstumo, nos entrega una serie de postales, de fotografías que apresan el instante en que el día se entreteje con la sustancia de nuestras vidas en un continuo reconocimiento: “latigazos del trueno; / horno, niño que nace, /rasgadura de un siglo.”
Deudora y beneficiaria de las variadas formas de su identidad, la voz que da cuenta del fulgor creativo del tiempo atraviesa un légamo deslumbrado por la certeza del vaticinio: “… tuve paciencia del agonizante que sí espera / el pañuelo de linos azules donde verá su infancia / y el regreso sería un empiezo con rondas de abril”. Todos y cada uno de estos poemas, son una red de identidades que luchan por ocupar el espacio del día, y son también el legado rutilante de un poema que vivió la luz como una experiencia íntima, personal e irreductible.
Reseña del autor
Gilberto Castellanos (Ajalpan, 1945-Puebla, 2010) entregó su vida a un ejercicio prolífico de la escritura: su pasión primordial fue sin duda la poesía, pero frecuentó también el periodismo, el cuerpo y la crítica de artes plásticas. Fundador de la Casa de la Cultura de Puebla, trabajó en ella de 1970 a 1994 y fue su director. Condujo el programa televisivo Puebla en la Cultura que se transmitió durante más de 6 años. El mirar del artificio –su opera prima– obtuvo el premio Latinoamericano de Poesía Colima 1982. Entre sus siguientes poemarios publicados destacan: Yacimientos del verano (2000), Rama del ser (2001), Semillas de barro (2003), Arcángide (2003), Caudal (2005), Letranía (2007), Como podar la luz, 1982-2007 (2008), Omnívaga (2009). Sus poemas aparecen en diversas antologías y han sido traducidos al húngaro, alemán y náhuatl.cuentó también el periodismo, el cuerpo y la crítica de artes plásticas. Fundador de la Casa de la Cultura de Puebla, trabajó en ella de 1970 a 1994 y fue su director. Condujo el programa televisivo Puebla en la Cultura que se transmitió durante más de 6 años. El mirar del artificio –su opera prima– obtuvo el premio Latinoamericano de Poesía Colima 1982. Entre sus siguientes poemarios publicados destacan: Yacimientos del verano (2000), Rama del ser (2001), Semillas de barro (2003), Arcángide (2003), Caudal (2005), Letranía (2007), Como podar la luz, 1982-2007 (2008), Omnívaga (2009). Sus poemas aparecen en diversas antologías y han sido traducidos al húngaro, alemán y náhuatl.